AMLO gana una batalla (o las bondades de"nombrar" a Juan Ramón de la Fuente)
Se los chamaqueó. Entiendo que la expresión resulta inusual, casi fuera de lugar para un espacio de análisis, pero francamente no se me ocurre una mejor forma de describir lo que hizo Andrés Manuel López Obrador con sus rivales en la disputa por la Presidencia de México. En el que hasta ahora ha sido el movimiento más interesante desde que iniciaron las campañas, el candidato del PRD realizó un movimiento estratégico digno de mención cuando anunció tres nombres de quienes pudieran acompañarlo en un eventual gabinete presidencial. La maniobra resultó muy efectiva porque impactó en varios aspectos de manera simultánea. Veamos por qué.
En primer lugar, el anuncio le permitió “correr hacia delante”. Cuando la discusión todavía está enfocada – como debe ser – en quién puede ganar la elección del próximo dos de julio, él ya puso a medios y analistas a comentar las virtudes y debilidades de quienes podrían acompañarlo en el gobierno. La discusión, vista con objetivad, resulta absurda cuando faltan casi cinco meses para el 2 de julio y las encuestas permiten un margen de incertidumbre sobre el resultado, sin embargo, en términos de propaganda fue muy conveniente para el perredista pues dio como un hecho el triunfo del candidato de la Alianza por el Bien de Todos.
No hay que olvidar que antes de López Obrador “destapara” a sus posibles colaboradores – dos de los cuales, por cierto ya trabajan con él desde hace tiempo y por lo tanto no era noticia – hizo lo propio el candidato del PRI, Roberto Madrazo. En el mismo espacio y apenas unos días antes, el tabasqueño señaló con Joaquín López Dóriga en Televisa, que de llegar al gobierno nombraría a Bernardo de la Garza (el ex precandidato del PVEM) y a Angélica Fuentes (su actual enlace con los empresarios), como parte de su equipo. ¿Ustedes recuerdan alguna reacción en la prensa? Por supuesto que no.
Y probablemente habría pasado lo mismo con las “designaciones” de López Obrador de no ser porque en su terna incluyó al rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, un personaje con capital político y mediático propio, lo que provocó que de inmediato los medios fueran a buscar la reacción del aludido y con ello se ampliara el periodo de impacto de la información.
Finalmente, estos “nombramientos virtuales” que tanta atención despertaron en los medios de comunicación, tenían otro fin: correr la imagen de López Obrador hacia el centro político. Juan Ramón De la Fuente, hay que recordarlo, fue Secretario de Salud durante el gobierno del “tecnócrata” Ernesto Zedillo; José María Pérez Gay, ha sido profesor del ITAM y director del Canal 22, también durante el régimen priísta; y su asesor económico. Rogelio Ramírez de la O, es un graduado en la Universidad de Cambridge en el Reino Unido e integrante del consejo de Administración de Grupo Modelo. Como se ve, tres personajes que se ven muy alejados de la imagen de la izquierda perredista.
Aún falta mucho para la elección y el resultado sigue en el aire, sin embargo, está claro que tanto Felipe Calderón como Roberto Madrazo deberán responder y pronto a este triunfo táctico. En el caso del panista, debe corregir el rumbo y en vez de acercarse a la visión conservadora y reivindicar las coincidencias con sus adversarios (estrategia propia de quien va al frente), debe retomar la iniciativa tal y como lo hizo al impulsar la realización de los debates. Calderón necesita generar polémica y asumirse como la única alternativa real para quienes no simpatizan con AMLO y tienen temor ante un eventual triunfo de la llamada izquierda. (Además, claro, de presentarse como una opción atractiva por si misma y no sólo por oposición a sus adversarios)
Roberto Madrazo, por su parte, necesita romper la espiral mediática que cada día insiste en darlo por muerto y más vale que se apresure antes del siguiente corte en las encuestas, que bien puede ser la gota que termine por derramar su vaso.
En fin, apenas empieza esta guerra y ya habrá mucho que comentar. Por lo pronto, la primera batalla fue para Andrés Manuel López Obrador. A ver cómo terminan las siguientes.
En primer lugar, el anuncio le permitió “correr hacia delante”. Cuando la discusión todavía está enfocada – como debe ser – en quién puede ganar la elección del próximo dos de julio, él ya puso a medios y analistas a comentar las virtudes y debilidades de quienes podrían acompañarlo en el gobierno. La discusión, vista con objetivad, resulta absurda cuando faltan casi cinco meses para el 2 de julio y las encuestas permiten un margen de incertidumbre sobre el resultado, sin embargo, en términos de propaganda fue muy conveniente para el perredista pues dio como un hecho el triunfo del candidato de la Alianza por el Bien de Todos.
No hay que olvidar que antes de López Obrador “destapara” a sus posibles colaboradores – dos de los cuales, por cierto ya trabajan con él desde hace tiempo y por lo tanto no era noticia – hizo lo propio el candidato del PRI, Roberto Madrazo. En el mismo espacio y apenas unos días antes, el tabasqueño señaló con Joaquín López Dóriga en Televisa, que de llegar al gobierno nombraría a Bernardo de la Garza (el ex precandidato del PVEM) y a Angélica Fuentes (su actual enlace con los empresarios), como parte de su equipo. ¿Ustedes recuerdan alguna reacción en la prensa? Por supuesto que no.
Y probablemente habría pasado lo mismo con las “designaciones” de López Obrador de no ser porque en su terna incluyó al rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, un personaje con capital político y mediático propio, lo que provocó que de inmediato los medios fueran a buscar la reacción del aludido y con ello se ampliara el periodo de impacto de la información.
Finalmente, estos “nombramientos virtuales” que tanta atención despertaron en los medios de comunicación, tenían otro fin: correr la imagen de López Obrador hacia el centro político. Juan Ramón De la Fuente, hay que recordarlo, fue Secretario de Salud durante el gobierno del “tecnócrata” Ernesto Zedillo; José María Pérez Gay, ha sido profesor del ITAM y director del Canal 22, también durante el régimen priísta; y su asesor económico. Rogelio Ramírez de la O, es un graduado en la Universidad de Cambridge en el Reino Unido e integrante del consejo de Administración de Grupo Modelo. Como se ve, tres personajes que se ven muy alejados de la imagen de la izquierda perredista.
Aún falta mucho para la elección y el resultado sigue en el aire, sin embargo, está claro que tanto Felipe Calderón como Roberto Madrazo deberán responder y pronto a este triunfo táctico. En el caso del panista, debe corregir el rumbo y en vez de acercarse a la visión conservadora y reivindicar las coincidencias con sus adversarios (estrategia propia de quien va al frente), debe retomar la iniciativa tal y como lo hizo al impulsar la realización de los debates. Calderón necesita generar polémica y asumirse como la única alternativa real para quienes no simpatizan con AMLO y tienen temor ante un eventual triunfo de la llamada izquierda. (Además, claro, de presentarse como una opción atractiva por si misma y no sólo por oposición a sus adversarios)
Roberto Madrazo, por su parte, necesita romper la espiral mediática que cada día insiste en darlo por muerto y más vale que se apresure antes del siguiente corte en las encuestas, que bien puede ser la gota que termine por derramar su vaso.
En fin, apenas empieza esta guerra y ya habrá mucho que comentar. Por lo pronto, la primera batalla fue para Andrés Manuel López Obrador. A ver cómo terminan las siguientes.
posted by Unknown @ 11:20 a.m.
2 Comments:
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Aqui elimine un comentario sobre los hermanos de AMLO porque era anonimo y me parece que aportaba mas guerra sucia que informacion.
En casos asi les pido que se firmen los comentarios o se ponga la liga a la informacion original. Gracias.
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