3/06/2006

Cambios en la campaña panista; en juego el futuro de Calderón

(Grabé hace unos momentos un podcast sobre este tema pero mi voz se escucha como salida de un disco de las ardillitas. Hasta que no resuelva ese problema nos quedaremos únicamente con los textos.)
La encuesta de GEA ISA vino a ser la gota que derramó el vaso pues confirmó que lo que ya habían señalado otros estudios de opinión: el primer mes de campaña resultó muy malo para Felipe Calderón. No sólo porque no creció, sino porque Madrazo se sostuvo y hasta AMLO frenó su tendencia a la baja.
Y con esos simples hechos, el escenario se puede volver crítico para el michoacano. En buena medida porque se puede perder la percepción de que le puede ganar a AMLO. En otras palabras, lo que puede pasar es que el PAN se vea desplazado en la contienda por Madrazo y el voto antipeje se termine concentrando en el priísta.
A eso hay que sumarle sus disputas internas, tanto con la dirigencia nacional como al interior de su equipo de campaña.
Y es en medio de todo esto que se produce la salida de Francisco Ortíz.
Hace unos días me lo dijo un consultor: el problema es que están repitiendo la campaña del 2000. El enemigo no es el PRI y el escenario es distinto. Al parecer no lo estaban entendiendo. Por eso, la insistencia en señalar a López Obrador como un expriísta, hecho real e irrefutable, pero irrelevante en términos de percepción para buena parte del electorado. Para la gente (algunos, naturalmente) AMLO es distinto al PRI, es otra cosa, y contra eso, los panistas no saben cómo hacer campaña.
La cabeza de Ortíz también cae por el escándalo que se le viene encima. Según El Universal, hay varias propiedades en su patrimonio que no corresponden con sus niveles de ingresos. Habrá que ver si esto se confirma, pero por lo pronto, está claro que Calderón optó por no cargar con ese lastre.
En fin, que las cosas están moviéndose rápidamente. Madrazo sigue recibiendo golpes todos los día pero ya está probado hasta el cansancio que sus electores no lo van a abandonar; a López Obrador se le suelen perdonar todos sus tropiezos (Nacif-Arreola, el fallido nombramiento de la secretaria de Desarrollo Social como su enlace de campaña, el caso Sheraton, etc), y al parecer el único que no cuenta con blindaje en esta campaña, se llama Felipe Calderón.
El tiempo nos dirá si estoy equivocado.