7/12/2006

López Obrador: el aliado de Felìpe

Es una situación atípica. Usualmente, el ganador de una elección se convierte en el personaje del momento y es su voz la que marca los tiempos y contenidos de la agenda informativa; en contraste, el candidato perdedor entra en una espiral en la que los reflectores lo abandonan hasta que su posición se vuelve prácticamente irrelevante o anecdótica. Sin embargo, en el caso de la elección presidencial mexicana, lo que estamos viendo es el fenómeno opuesto.

Atrapado en un limbo judicial, Felipe Calderón – candidato que obtuvo más votos el pasado domingo 2 de julio – no puede colocarse en el centro de atención pues podría ser sancionado mediática y políticamente por no esperar a que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, valide el proceso y lo declare oficialmente como Presidente electo. Ante este escenario la comunicación que puede emitir es sólo marginal pues la mayoría de las posibles noticias relacionadas con el panista tendrían que ver con su futuro desempeño como Primer Mandatario.

En contraste, el candidato perdedor, Andrés Manuel López Obrador, tiene todos los incentivos y prácticamente ninguna restricción para pelear su lugar en los medios. Frente a la inercia en su contra -manifiesta por ejemplo, en el reconocimiento al triunfo de Calderón por parte de gobiernos extranjeros- AMLO ha llevado a la práctica una estrategia de comunicación para mantenerse como el eje de la agenda informativa. Vistas las primeras planas de los últimos días, es evidente el éxito que ha logrado.

A través de la difusión de videos con supuestas pruebas del fraude electoral, el ex candidato de la Alianza por el Bien de Todos ha definido los temas del día. Lo ha logrado, además, al replicar la estrategia que usó durante su proceso de desafuero: el empleo de múltiples voceros dentro y fuera del país, la ayuda de un red de medios y periodistas afines a su causa, y la presentación de un discurso que a muchos hace sentido y que se puede reducir a la defensa de la democracia.

Con el antecedente del presunto fraude electoral de 1988 y la suspicacia que nos caracteriza a los mexicanos, uno podría pensar que la victoria mediática de Andrés Manuel resultaría inevitable. Lo extraño ha sido, sin embargo, que AMLO está cometiendo errores graves. Sorpresivamente, estamos descubriendo que el principal aliado de Felipe Calderón en estos días no es otro sino López Obrador.

En primer lugar porque la multiplicación de voceros ha resultado contraproducente pues se ha diluido el mensaje central. En vez de contar con pocos argumentos sólidos, lo que se ha generado es una masa de denuncias, muchas de las cuales no han sobrevivido a la crítica más elemental. Se habló, por ejemplo, de la presencia de un algoritmo que habría alterado el cómputo en el IFE. Al señalarles que cualquier alteración cibernética podría ser demostrable con la simple exhibición de las actas en propiedad de cada partido, los perredistas no tuvieron otra salida que acusar de fraude en las casillas.

En su afán por demostrar lo anterior se han equivocado: primero, al mostrar un video con presuntas evidencias del embarazo de una urna. Bastaron unas horas para que se demostrara que lo que se quiso presentar como prueba, no era sino un acto legal, aprobado además, por su propia representante de casilla.

Acorralado por este dato, López Obrador cometió un segundo error al acusar a sus representantes de haber sido corrompidos por sus adversarios, lo que además tácitamente implica denunciar a todos los funcionarios de casilla y observadores electorales, que por supuesto, tuvieron que haber estado de acuerdo para que se pudiera realizar el fraude.

Pese a estos tropezones, AMLO insiste en ocupar los medios con su material, sin percibir quizá que la ausencia de elementos jurídicos – ya lo dirá el Tribunal – se está viendo acompañada por una especie de derrota mediática cuyo principal responsable es el mismo ex Jefe de Gobierno.

Pocos pueden poner en duda la habilidad y el talento político de AMLO, sobretodo para aprovechar escenarios de conflicto, no obstante, lo que hemos visto en los últimos días nos muestra que López Obrador no está pasando por su mejor momento, y eso, nadie se lo agradecerá tanto como un panista llamado Felipe Calderón.

macampos@enteratehoy.com.mx / www.enteratehoy.com.mx

3 Comments:

At 1:59 p.m., Blogger J.S. Zolliker said...

Difiero un poco, mi estimado Mario. Creo Calderón está haciendo lo correcto, por algo que dijo Napoleón: "Nunca interrumpas a un enemigo cuando está cometiendo un error".

Saludos!

 
At 4:49 p.m., Anonymous Anónimo said...

Hola, he visto que escribes 'sobretodo', esoes incorrecto, sobretodo es la prenda que conocemos como impermeable, la otra se escribe 'sobre todo'

Perdón, chécalo y ya.

aludos

 
At 5:35 p.m., Anonymous Anónimo said...

Estoy de acuerdo en tu percepción del aspecto mediático, y también en que el peje se está enredando y descubriendo su verdadero rostro...
Esto es algo inédito en un proceso electoral mexicano...
Aunque ayer Felipe también salió a la palestra, presentando a su coordinador del equipo de trancisión y a su enlace con los actores políticos; anunció además un recorrido por el país para agradecer el apoyo que recibió. No se qué efectos tendrá esto, si sólo intenta llenar huecos informativos, y si no se le revertirá.

Por otro lado, el Peje también está poniendo a prueba muchas cosas, como chivo en cristalería, y sin duda que su lodo contra el IFE, Fox, el proceso electoral, sin duda podrá minar mucho...

 

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